sábado, 12 de octubre de 2013

El bolso es el adecuado, el pintalabios suave pero resalta mis labios, el pelo casualmente despeinado y las uñas sin pintar. No busco llamar la atención solo que cuando la gente me vea piense que soy una chica con clase. Alguien que no busca aparentar lo que no es. Las personas con la que me cruzo se me quedan mirando, o eso me dice mi egocentrismo, espero que no vean a una chica vulgar sino a la persona elegante y atractiva que intento ser.



jueves, 11 de julio de 2013

Protegeme

¡Por favor! Protege me de los monstruos de mi cabeza. No paran de chillar y golpearme con sus bastas voces, me cuesta respirar cuando estas estallan. Grita mi boca sin cesar y mis labios se mueven al ritmo de sus locos saltos, mis ojos se agrandan y mi cerebro solo responde a sus ordenes.

¡Malditos monstruos de mi cabeza! Que solo responden cuando todo va mal.

sábado, 15 de junio de 2013

''Te llevaré el desayuno a la cama''

Antes de que despiertes cada mañana te llevaré el desayuno a la cama, en un bandeja, con croissants, zumo y rosas. Te despertaré a besos hasta del amanecer, te llevare hasta la cúspide del placer en mis brazos y no podrás escapar de mi hechizo de amor.




Cada mañana quiero despertar junto a ti.

martes, 28 de mayo de 2013

No es, sino, el amor la manifestación más hermosa que pueda hallarse. No es, sino, el amor una poderosa lujuria que desata a la más salvaje bestia. No es, sino, mi amor por tí lo que hace posible el latir de mi corazón, no es sino, mi razón de vivir, tu existencia.



sábado, 23 de marzo de 2013

Volver

Volver siempre me fue difícil y ahora  más, porque sabía lo que me esperaba.
Terminé de hacer la maleta y con el máximo cuidado y sin hacer nada de ruido me fui con ella hasta la puerta. La vieja todavía dormía. Una vez, dentro del ascensor, me mire en el espejo, mi rostro me delataba: ojeras, labios cortados, pelo grasiento... Pero me daba igual, volvía a casa con los míos y no era necesario causal una buena primera impresión.

Si no quería perder el tren, debía de darme toda la prisa que pudiese, ya que como siempre salía tarde. Las calles de Madrid seguían igual de frías que por la noche, lloviznaba un poco y el aire era fresco. Era una de esas mañanas que se recuerdan más por la extraña sensación que le invade a una que por los hechos en si, y yo quería recordarla por todo lo que sentía en aquel momento.

Llegué a Atocha, fui hacia el anden que me correspondía y me subí al tren. Tenía asignado el asiento junto a la ventanilla así que eche la cortinilla y cerré los ojos. Siete horas después me encontraba en el sur. Lo sabía porque volví a entrar en aquel universo: el de mi pasado. El mismo sol, el mismo cielo despejado, la misma cutre estación, la misma gente (mi gente) y el mismo aroma. Un aroma fresco, como la brisa del mar, y nostálgico.

Volvía a casa.



jueves, 10 de enero de 2013



Estoy cansada, muy cansada. Alzo la vista para ver la hora, aun no es media noche. ¡Pero como si lo fuera! Apenas hay nadie en la calle, solo una hortera que le ha puesto a su perro un ridiculo abrigo, desamparados sin techo que buscan cobijo en las frías calles de Madrid, almas huerfanas que perdieron el rumbo de su vidas... Únicamente criaturas que vagan por la noche en busca de su propia perdición. Y en medio de ellas, me hallo yo, sentada y sola... ¡Como siempre!

La plaza se empieza ha llenar cada vez de mas gente que llega desde todas las calles. Ya no estoy sola, pero ahora hay demasiado ruido y movimiento y resulta muy molesto. Pero aun así, consigo evadirme con facilidad. Vuelvo a estar sola. Veo el movimiento de pies de los transeúntes, de un lado a otro, me quedo embobada mirando fijamente a lo lejos y entre todo el  movimiento de la gente consigo reconocer al final de la plaza a una niña pequeña.

Soy yo con ocho años, recuerdo que con esa edad vivía en mi propio mundo de fantasía, donde a casi todo le buscarba un sentido mágico. Le miro fijamente a los ojos y un escalofrío fugaz me recorre todo el cuerpo, puedo distinguir en su mirada una profunda tristeza porque no encuentra a nadie que la comprenda, solo se tiene a si misma dentro de ese turbio mundo de fantasia. Decido acercarme a ella, mis pasos son cada vez mas torpes y vagos, conforme me acerco se da cuenta de mis intenciones, busco su mirada con la mía, y cuando estoy lo suficientemente cerca le cojo la mano y le digo casi susurrando:

- Ya no estas sola pequeña.