sábado, 18 de junio de 2016

Sueña sin mi



Hoy podemos ser almas gemelas y mañana dos desconocidos que ni siquiera saben su nombre.
Dame tu mano y espera que te lleve al lugar que te prometí, donde te sentirás protegida y amada 
para siempre. Cree me no es un sueño. Es simplemente amor. Un amor puro y ciego, difícil de entender y conseguir. No obstante, no subas al cielo tan rápido porque la ilusión es muy efímera,
casi tanto como las estrellas fugaces que corren por tu cuerpo, cálido y puro, como era tu boca, 
como eran mis ojos. Unos ojos que reflejaban la humildad de un niño y la sinceridad un hombre maduro. Pero no te equivoques, hasta los más nobles sabemos mentir.
No deseo que sufras a mi costa y solo me queda decirte que espero que algún día nos volvamos a encontrar por las viejas calles de Madrid. Al igual que aquellas veces que sucedieron por casualidad. Tú con tu risa floja y yo con mi mano agarrada a la tuya.