¡Por favor! Protege me de los monstruos de mi cabeza. No paran de chillar y golpearme con sus bastas voces, me cuesta respirar cuando estas estallan. Grita mi boca sin cesar y mis labios se mueven al ritmo de sus locos saltos, mis ojos se agrandan y mi cerebro solo responde a sus ordenes.
¡Malditos monstruos de mi cabeza! Que solo responden cuando todo va mal.