jueves, 31 de marzo de 2011

Hoy vuelvo a estar aquí,sentada en una silla que no es mía,con los pies acomodados en el escritorio,la ventana abierta para que entre la luz nocturna y escribiendo algo sin saber con que fin.Pero esta vez,es distinto.

Vuelvo a mirar a la pantalla en blanco con la barrita negra parpadeando que parece pedirme palabras y signos de puntuación para comer,y a mi no se me ocurre nada mas que darle una serie de datos insignificante.Sin embargo,la gran diferencia de hoy,es que las comisuras de mis labios dibujan una alegre sonrisa al son que mis dedos teclean lentamente para evitar el desvelo de mi familia.

Esta extraña felicidad mía puede ser consecuencia de un pequeño brote de transformación, surgido en mi personalidad hace poco.Un brote que sin darme se ira apoderando de mi.Haciendo me mas fuerte,precavida y realista.Y si mirar por uno mismo conlleva el propio bienestar...¡Bienvenido sea!

2 comentarios:

  1. Bienvenida sea la transformación, las pequeñas transformaciones. Somos seres cambiantes. A eso le llamamos vida.
    Tu blog tiene un look fantástico.
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Pues cuando te sientes y tengas algo que contar me voy a quedar embobado Princesa ;)

    Besos enormes

    ResponderEliminar