Vivo con el corazón en la mano,
y la mente en las nubes.
Aprieto el puño con toda
mi alma cada vez que inspiro,
cada vez que te miro.
Respiro el aliento de los árboles,
y mi alimento es la belleza
inmutable del mundo.
No necesito dinero para vivir,
solo la delicada belleza que
aviva en mi alma.
Eres muy afortunada pues "vives" de lo que otr@s nunca conseguirán apreciar " la delicada belleza que
ResponderEliminaraviva en mi alma."
Muy hermoso.
Un saludo.