jueves, 31 de mayo de 2012




Es hermoso mirarse al espejo y reconocerse.
Amarse a uno mismo es importante, aunque a veces cueste.

Hoy por ejemplo, he llorando leyendo El guardián entre el centeno. Es un libro de lo mas simple y corto, pero cuando algo te toca el corazón es imposible no emocionarse. Gracias a eso también he recuperado las ganas de escribir.
Si lloraba, no era porque fuese triste, sino mas bien porque me sentía identificada con una idiotez que se decía. Exactamente, hablaba sobre encontrarse a uno mismo a través de su vocación. Yo se cual es la mía, y ahora que estoy consiguiendo algo siento como otros me la quieren arrebatar.

Seguramente hayan sentido alguna vez en su interior una enorme fuerza que les mueva a hacer cosas insospechables y a conseguir lo que sea, pues bien, eso es lo que yo siento ahora mismo y se que no habrá nada ni nadie que pueda pararme mi hasta que consiga mi sueño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario