Hoy me he despertado con el pie derecho; positiva y con animo.
Desgraciadamente no todos los días suelo saborear un despertar de una manera tan enérgica.
Los rayos de sol se filtraban por las cortinas dando al entorno de la habitación un color rosado y opaco. Las sabanas blancas se entrelazaban entre mis piernas, estaban algo raídas porque Kate se afilaba las uñas en ellas. A veces, miro hacia el otro lado de mi cama y me gustaría ver a alguien con quien poder compartir una sonrisa. Pero me da igual, cojo a Kate y la beso ¡Un despertar tan alegre hay que celebrarlo!
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